Libro 2 - Capítulo 4

Giro el rostro del hombre hacia mí y coloco mis manos en sus mejillas. ¡Parece absolutamente congelado! ¡Debe haber estado aquí afuera en el frío demasiado tiempo! Está sosteniendo sus manos contra su pecho, parece que está desesperadamente tratando de no perder más calor corporal.

No puedo prestar ...