Capítulo 178

—Ni siquiera tú, mi pequeña esposa.

Sus palabras dominantes no me dejaron opción. Apreté los labios y decidí dejar de protestar. De todos modos, solo el camarero podía verme sentada en su regazo porque estábamos en una zona privada. Eso me dio un gran suspiro de alivio. Decidí disfrutar de los mimo...