Capítulo 164

—No te preocupes, cariño—dijo él, recostándose en su silla—. Sobrevivirás cocinando para mí. Probablemente.

Oh, claro que iba a sobrevivir. También iba a asegurarme de que cada plato que le sirviera fuera tan picante que hiciera sudar a sus ancestros.

Así que, al día siguiente, estaba terminando e...