Capítulo 64

Observé cómo el rostro de Alpha Raymond pasaba de la ira a la confusión y finalmente se asentaba en una especie de diversión retorcida.

—No puedes. No tienes manada —se burló. Algunos del público jadearon ante su exhibición pública de maldad.

—Puedo como heredera —me mantuve firme, mi voz inquebrant...