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—¿Has visto ya a su gran rey? —preguntó Erin a Ham, otra esclava que trabajaba a su lado. Sus voces eran bajas, pero las orejas de Emeriel se aguzaron al oír la mención del rey.

—No —Ham negó con la cabeza, su mano desenterrando hábilmente una hierba obstinada—. Pero tengo curiosidad por verlo. Los...