Capítulo 37. LA VENGANZA DEL BESO (parte 3)

Mi sangre bullía y mi teléfono vibraba incansablemente en mi mano. La cara de Rámses aparecía una y otra vez y yo me negaba a atenderle. Ella lo había besado, ¿Qué me iba a decir?. ¿Cuántas veces más había pasado?. Mis piernas picaban, figurativamente, con ganas de correr y alejarme de eso como siem...