La pantalla LCD en la arena mostraba imágenes de los siete luchadores de la Clase Alfa. Ahí estaba yo, con mi nuevo nombre.
Me veía fuerte, y mi lobo era absolutamente hermoso.
Miré hacia donde estaba sentada mi hermana y ella y el resto de su grupo tenían una furia celosa en sus rostros. Luego miré hacia donde estaban mis padres y estaban mirando mi foto con una intensidad que, si las miradas pudieran incendiar cosas, lo habrían hecho.
Sonreí con suficiencia y luego me giré para enfrentar a mi oponente, todo lo demás desapareciendo excepto lo que estaba aquí en esta plataforma. Me quité la falda y el cárdigan. De pie, solo con mi camiseta sin mangas y mis capris, me coloqué en posición de combate y esperé la señal para empezar — Para luchar, para demostrar, y para no esconderme más.
Esto iba a ser divertido. Pensé, con una sonrisa en mi rostro.

*Solo para Audiencia Adulta: Contiene lenguaje maduro, sexo, abuso y violencia*


La Canción del Corazón del Hombre Lobo Comments

Gustavo Andres Nuñez