68: Matar a un perro rabioso.

Me doblé y tosí más sangre, jadeando por respirar mientras mis pulmones protestaban.

—Nos abandonaste —siseó Kieran, agachándose junto a mí—. Desapareciste en esa cosa y nos dejaste lidiar con el desastre. Dejaste que él tomara el control e hiciera lo que quisiera, dejaste que matara a los tuyos si...

Login to Unlock ChaptersPromotion