CAPÍTULO 44

McKenzie

Oh Dios mío, eso realmente pasó. Estaba acostado a mi lado abrazándome.

—Ven aquí, cariño—, me atrajo hacia él, mi cara enterrada en el hueco de su cuello.

—No necesito mirar para saber que tu cara está roja, cariño—. ¿Cómo sabe eso?

—Todo ese conjunto tiene el sello de Zara, ¿verdad? E...

Login to Unlock ChaptersPromotion