Setenta y uno

—¿Carey, estás ahí? —golpeé suavemente la puerta, mi voz llena de preocupación.

La puerta se abrió lentamente, revelando a Carey con los ojos hinchados. Me sorprendió su apariencia desaliñada, pero no perdí tiempo en entrar a la habitación. La guié hasta un asiento cercano, sintiendo que estaba a p...

Login to Unlock ChaptersPromotion