Capítulo ochenta y uno

Él dio un paso atrás y la estudió, luego frotó su pulgar contra su mejilla.

—Mi hermosa niña. ¿Qué te hizo? —preguntó.

Ella cubrió su mano con la de él.

—No tanto como piensas —respondió.

—Pero lo que te hizo. No puedo creer que te haya secuestrado. Sin embargo, es verdad. Está en la cárcel, ¿sa...

Login to Unlock ChaptersPromotion