Capítulo 130. No voy a buscarlo, papá

África aparcó en el patio de la imponente mansión O’Connor, pero no se movió de su asiento. Sus manos estaban pegadas al volante y sus nudillos cambiaron de color igual que su rostro.

—¿Estás bromeando? —preguntó.

—No, ninguna broma, África. Aunque no me siento de ánimos para sonreír todo el tiemp...

Login to Unlock ChaptersPromotion