



CONFUSIÓN
[ANAHÍ]
—¡Cuéntame ya que fue lo que te dijo mi hermano! ¿Qué ocurrió aquí? —me pregunta Gianna.
—No puedo creer que te hayas prestado para esto, ¿Por qué? Sabes perfectamente lo mucho que he estado intentando olvidarme de tu hermano —me quejo mientras trato de salir del baño, pero ella me detiene.
—Amiga, por favor, sabes que siempre quise que fueras mi cuñada, además, esa chica que se trajo de Estados Unidos no me cae bien —se defiende.
Inmediatamente niego y muevo mi brazo para que ella me suelte mientras que la miro con enfado.
—Es a quien él le ha dado el anillo y a quien ha elegido, no te metas en esto Gianna, de verdad te lo digo —sentencio y sin más salgo del baño con esta mezcla de rabia y decepción que siento en estos momentos.
Quizás estoy exagerando, pero la verdad es que estoy sumamente confundida con todo esto que ha ocurrido. Mis pasos firmes retumban por los pasillos de esta casa hasta que llego al comedor donde están todos sentados alrededor de la mesa incluyéndolo a él quien me mira como haciéndome o haciéndose mil preguntas a la vez, no lo sé.
—Amor, ¿todo en orden? —me pregunta Giulio cuando estoy cerca de la mesa y niego.
—No me siento bien, ¿podemos irnos? —le pido y la mirada de todos se centra en mí.
—Hija, ¿puedo ayudarte en algo? —me ofrece Valentina y niego.
—Solo necesito recostarme, se me pasara rápido, muchas gracias de todas maneras —le respondo mientras que Giulio se pone de para después venir a mi lado.
—¡No me digas que tú también tendrás un bebé! —exclama Ciara y el ruido de algo cayéndose nos hace mirar hacia donde esta Amadeo para darnos cuenta de que se le ha caído su cubierto.
—¡¿Qué?! ¡No! Ciara por favor, no inventes, si mi papá te escucha decir algo así quizás y le da un infarto —respondo de inmediato y puedo escuchar la risa de Alessandro, pero en cambio su hijo me está mirando como queriéndome matar con la mirada, cosa que no entiendo.
[AMADEO]
«¿Embarazada?» Definitivamente es una locura que afortunadamente ella ha desmentido inmediatamente, pero «¿Qué es lo que me pasa? Ni siquiera entiendo porque la besé en el baño.» Mi mente es un caos absoluto, sobre todo ahora que los veo marcharse juntos tomados de la mano como la pareja perfecta que quieren demostrar ser.
—Ciara, no seas tan imprudente —la regaña mi madre una vez que escuchamos la puerta principal cerrarse después de que Gianna los despidiera.
—Solo pregunte, es que puede ser posible o ¿no? Llevan dos años juntos. Ahora ella se siente mal… tal vez puede ser eso —se defiende mi hermana.
—Hermanita, créeme que Anahí jamás tendría un hijo con Giulio, mucho menos ahora que tiene tantos proyectos en puerta —intercede Gianna.
—¿De qué hablas? —me atrevo a preguntar y sonríe.
—¿No te has enterado? —me pregunta como si fuera algo obvio y niego.
Mi hermana sonríe con orgullo.
—Mi amiga se ha convertido en una de las mejores diseñadoras del país, todos la quieren en su empresa, pero obviamente ella se quedará con nosotros… en fin, la cuestión es que en dos semanas hay una competencia internacional en Mónaco y ella estará presentando sus diseños, es decir, los de la empresa —me informa con orgullo.
—¿Es verdad papá? —pregunto muy sorprendido.
—Así es hijo, y si bien tu hermana se ha adelantado a la noticia, quiero que sepas que tienes que ir en representación de la empresa a Mónaco, yo no podré ir porque tengo otra reunión importante en Paris y tu madre se quedara aquí para asegurarse de que la nueva colección marche como es debido —me deja saber.
—Baby, íbamos a ir a Venecia a reunirnos con Sam —me recuerda Antonella.
—Lo sé, pero sabes que he venido a hacerme cargo de la empresa. Me toca ir, creo que podrías ir tú y disfrutar con Sam mientras yo voy a esa competencia, ¿No crees? —le propongo y me mira con dudas, pero termina asintiendo.
—Está bien, haremos eso… —murmura muy poco convencida.
—No se hable más entonces, luego arreglamos todo, pero por ahora sigamos conversando de cómo les ha ido en Estados Unidos —intercede mi madre y es su manera de que dejemos de hablar de la empresa y así poder sonsacar más información de que es lo que ha estado haciendo su hijo mayor todo este tiempo.
Si bien les voy contando bastante de todo lo que hemos vivido en Massachusetts, todavía no he tenido la oportunidad de hablar a solas con mis padres y explicarles cómo es que Anto y yo terminamos comprometiéndonos, mejor dicho, ¿Por qué le he propuesto matrimonio? Pero tampoco es algo que quiera hablar delante de ella, después de todo sigue siendo un secreto entre su padre y yo y así seguirá, asique por esa razón, evito muchas de sus preguntas y simplemente me dedico a responder otro tipo de preguntas que al menos me hacen salir un poco de toda esta confusión que siento por dentro a causa de lo que ha ocurrido con Anahí.