Ser feliz sin permiso

—Es muy lindo verte así, Violeta. No sabes lo tranquila que me siento.

Clara no tenía una panza grande, tenía una enorme. Estaba sentada en una poltrona, con las piernas un poco abiertas, con una mano acariciándosela en círculos. Estaba hermosa.

Había ido por mis cajas. Su apartamento estaba tan d...

Login to Unlock ChaptersPromotion