Reclamándolo

¿Cuántas horas hemos estado en esta posición? ¿Dos?

No... ¿Tres horas?

La habitación era una neblina de sudor y sexo, el aire tan denso de calor y almizcle que se adhería a mi piel como otra capa. Mi cuerpo temblaba de sobreestimulación, mis músculos dolían, estirados al máximo. Mi cabeza se sentí...

Login to Unlock ChaptersPromotion