"Por Vencida"

La vida empezó a ser difícil cuando mi madre murió, eso fue hace dos años cuando ni siquiera era mayor de edad. Dios eso fue tan difícil incluso cuando lo recuerdo no puedo evitar soltar mis lágrimas.

Suspiro y duele recordar como mi padre dejo de amar  a mi madre incluso después de haber tenido solo cinco meses de muerta, si bien me había hecho a la idea de que mi padre algún día tenía que rehacer su vida pero…  ¿No pudo haber escogido a otra mujer? Y lo peor no es eso si no que luego de ese tiempo Carmina como se llama mi madrastra me hizo saber que mi padre no solo había engañado a mi madre hace años si no que también tenía otra hija, la cual es Ximena mi media hermana la cual es mayor con nueve años es decir que mi padre engaño a mi mamá justo cuando yo tenía nueve años ¡No lo puedo creer! Desde ese día entendí que mi padre era alguien que yo no conocía, aun no puedo entender ¿Cómo es que mantuvo su doble vida? Y peor ¿Cómo fue capaz de traer a su otra familia a la casa de mi madre?

En fin mi triste historia no solo se basa a eso si no que también tengo que aguantar los tratos e insultos de esas dos. Si bien todo iba perfecto, incluso llegue a pensar que mi vida iba cambiar o que quizás iba sentir un alivio cuando conocí a Ryan el cual es el chico más guapo que he conocido, en realidad es un hombre mayor que yo, quizá con algunos diez años, pero es que no es solo su físico sino la presencia, el porte, la inteligencia aunque como todo en la vida, él también es serio,  frio y hasta apático, pero aun así no deja de verse guapo ni de ser inteligente. Quizás  pueda que para muchas personas sea eso sin embargo su dulzura, su romanticismo y todo lo dulce en él lo tiene mi hermana la cual no se cómo lo termino enamorando.

Porque cuando pensé que él me iba corresponder llego ella y solo de un día para otro ya eran novios de eso ya casi dos años.

Pero lo más terrible es que ellos dos se van a casar en tan solo unos días, y eso me duele y mucho.

Frunzo el ceño y cuando lo hago sin querer volteo a la entrada de la casa, desde lejos veo como Ryan acaba de llegar con Ximena mientras que yo solo los veo desde arriba de esa barda en la que estoy sentada, vaya esto no se podía poner peor.

Desde donde estoy observo como Ryan toma su rostro y le da un beso justo en los labios, trago saliva para después ver como ella se va, por lo tanto enseguida bajo y corro hacia donde esta él quien viene bajando los escalones.

Sin mirar por donde piso sigo corriendo hasta que siento como mi pie se dobla justo enfrente de Ryan quien por reflejos me toma de la cintura y detiene mi caída, sin lugar a duda le sonrio en tanto él solo me mira con seriedad.

Desde donde estoy veo su rostro él cual es perfecto, su piel clara y esos ojos color café me hacen enamorarme más de él, por Dios Kenia ¿En que estás pensando? Debes olvidarlo, él se va casar con Ximena, me digo a mi misma, enseguida dejo de sonreír para reincorporarme.

—Hola Ryan ¿Cómo estás? —aprieto mis labios apenada.

—Hola Kenia, eh me tengo que ir—me pasa por un lado.

—Ryan—lo vuelvo alcanzar—Esta tarde fui a una tienda de conveniencia y compre paletas, compre una para ti—saco una de mi bolsillo del pantalón —extiendo ese dulce para dárselo.

—No me gustan los dulces—sigue caminando hasta subir a su coche.

Sera que èl me ve tan inmadura por favor si recién cumplí veinte años no me gana por tanto, solo por diez años ¿Por qué no le gustan los dulces igual que a mi?

Por un momento veo esa paleta para luego ir hacia mi recamara a la cual entro y lo primero que hago sacar la cajita en donde guardo todos mis sentimientos hacia Ryan, ahí mismo dejo esa paleta. Niego con la cabeza y solo cierro esa caja, creo que debo parar quizá no está bien hacer eso porque aunque haya sido la primera en enamorarme de él, quizá no soy la indicada además ellos dos se casan en tan solo unos días.

Al día siguiente…

Voy de camino a casa y justo cuando doy la vuelta veo a Ximena con una maleta y su bolso de mano, frunzo el ceño a la vez que sigo avanzando ¿Qué está haciendo? Es como si ella fuera de viaje. Pero… ¿Por qué justo ahora que solo faltan unos días para su boda? Exhalo y sigo caminando con rapidez.

— ¡Oye! ¡Oye! —le grito pero ella camina más rápido—Ximena ¿A dónde vas? —la tomo del brazo.

—Suéltame—me mira aterrada.

—Ximena… ¿Qué te pasa? ¿A dónde vas? —frunzo el ceño en tanto la miro preocupada.

— ¿Qué voy a tener? —ella pestañea un par de veces antes de subir esa maleta a su coche el cual esta estacionado cerca de la banqueta—Solo estoy yendo a casa de una amiga le llevare una ropa.

— ¿Y por qué te pones nerviosa? ¿No será que estas huyendo? —alzo las cejas.

—Tú dedícate a estudiar y déjame en paz, solo iré con una amiga y ya ¡Que paranoica eres!— ella simplemente se va.

De verdad estoy preocupada, o tal vez ella tiene razón y estoy siendo paranoica. Debe ser que es verdad que solo va con una amiga y yo aquí imaginándome cosas.

Como sea solo entro a casa, sigo caminando hasta que me encuentro con la señora  Carmina quien me detiene justo en la sala.

—Mira como vienes, toda sudada no puedo creer que ni siquiera sepas manejar—me ve con desaprobación—Eres tan tonta, deberías ser como tu hermana ella es hermosa, divina, inteligente.

Sinceramente ni siquiera espero a oír todas esas comparaciones solo me paso de largo a mi cuarto en el que me encierro y justo cuando lo hago me doy cuenta de las palabras de la señora Carmina quizá por eso Ryan se fijó en Ximena porque para sus ojos debe ser igual de genial.

Horas más tarde…

Justo estoy en la cocina comiendo un poco de cereal con plátano, esto ya es una manía de todas las noches, en fin sigo comiendo hasta que veo como Ximena llega, bien creo que si fui una exagerada, ella al parecer no mintió.

— ¿Qué miras? —Toma un vaso de agua —Deberías de tomar agua en vez de esa azúcar.

—No quiero pelear Ximena con permiso —tomo el plato y lo llevo conmigo.

Algunos días después…

Vaya sabía que mi hermana era muy atrasada pero llegar tarde a su boda. Desde donde estoy me doy cuenta de lo ansioso que  esta Ryan, pobre debe estar pensando lo peor.

Como sea no me le acercare, total no creo que sirva de nada mientras tanto sigo chupando esa paleta la cual me tranquiliza en estos momentos que todos están nerviosos hasta mi padre y su esposa.

—Tiene que venir—menciona la señora Carmina la cual se echa aire.

—Claro que vendrá amor —mi padre la toma de la mano.

Minutos más tarde…

Como era de esperarse Ximena ni siquiera se ha tomado la molestia de llamar, ella solo no aparece.

—Señor necesito saber ¿Dónde esta su hija? Mi abuela vino desde Londres a conocerla, nunca se la presente porque mi abuela solo la quería conocer hasta que nos estuviéramos casando, y si bien no es mucha gente la que está aquí necesito que esto sea formalizado—menciona enojado.

—Te entiendo Ryan pero mi hija ni siquiera contesta el celular—frunce el ceño.

—Buenas tardes ¿El joven Ryan? —pregunta un chico quien trae un sobre en la mano.

— ¿Qué es esto? —Ryan toma ese sobre el cual lee enseguida — ¡No puede ser! ¿Cómo pudo Ximena hacer esto? —suena aún más enojado.

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