Capítulo 107

EMILIA

Toco la puerta de la oficina de Tessa en casa por lo que parece ser la centésima vez. Sigue cerrada.

Por supuesto que sí.

Cambio la bandeja en mis manos — un pequeño bol de fruta, avena simple, unas rebanadas de pan tostado. Nada especial. Solo algo suave, ligero. Algo con lo que no pue...