CapĂtulo 3 ~ Samantha contd
âSolo querĂa agradecerle por la bebida, señor Douglass. No era necesarioâ. Tratando de asegurarme de que mi voz no me traicionara y mostrara lo fascinada que estaba por su presencia.
Con un acento profundo y ĂĄspero que aĂșn no podĂa identificar, dijo âLachlan, por favor llĂĄmame Lachlan. ÂżTe gustarĂa acompañarmeâŠ?â. SeñalĂł hacia el reservado.
âSam⊠Samantha Thornsdaleâ. Desabrochando su chaleco, me dejĂł deslizarme hacia el centro del reservado y lo siguiĂł. Se sentĂł cerca de mĂ y, aunque su pierna apenas tocaba la mĂa, podĂa sentir el calor de su cuerpo quemando mi muslo.
âÂżQuĂ© tal tu bebida, Samantha?â. Colocando sus brazos sobre el respaldo de la silla, preguntĂł.
âPerfecta, graciasâ. TomĂ© un sorbo y suspirĂ© al sentir cĂłmo el lĂquido ĂĄmbar quemaba ligeramente mi garganta al bajar. CerrĂ© los ojos y dejĂ© que todas mis preocupaciones se fueran con ese solo sorbo. Al abrir los ojos, lo encontrĂ© mirĂĄndome.
SonriĂł con una intensidad que aĂșn persistĂa en sus ojos. âÂżDĂa difĂcil?
âSi supierasâ. Mi telĂ©fono sonĂł de nuevo, mirĂ© rĂĄpidamente la identificaciĂłn de la llamada y la enviĂ© inmediatamente al buzĂłn de voz.
âÂżIntentas contarme?â. Lachlan tomĂł un sorbo de su propia bebida.
âNo quisiera aburrirte y probablemente arruinarĂa el momento.
TomĂł un sorbo de su propia bebida antes de decir en un susurro profundo y ronco âNo me aburres, Samantha. Todo lo contrario. Me fascinas. Te he visto sentada en lo que creo que es tu lugar habitual, siempre bebiendo la misma agua con limĂłn con gas. Nunca algo mĂĄs fuerte que eso, excepto⊠esta noche. ÂżPor quĂ© el cambio?
Mi corazĂłn comenzĂł a latir frenĂ©ticamente. No soy de las que retroceden, no ante nadie, pero este hombre expresaba algĂșn tipo de poder y sensualidad que nunca habĂa visto antes. Sin embargo, mi telĂ©fono interrumpiĂł nuevamente mi tren de pensamientos. Sin dudarlo, lo enviĂ© una vez mĂĄs al buzĂłn de voz.
Puedo ver que quiere preguntarme por quĂ© no contesto mi telĂ©fono. DespuĂ©s de unos momentos de silencio, dijo âÂżDudas de mĂ?
âÂżCĂłmo puedo dudar de ti si no te conozco? Nos acabamos de conocer y aunque amablemente me compraste una bebida, eso no significa que te contarĂ© todo sobre mi vida.
Se inclinĂł mĂĄs cerca y con una voz profunda y ronca dijo âPodemos arreglar eso. ÂżQuĂ© quieres saber?
Antes de que pudiera responder, mi estĂłmago me traicionĂł y gruñó. Al verlo arquear una ceja, me sonrojĂ©. ÂżYo? ÂżSonrojarme? ÂĄNunca! Y sin embargo, aquĂ estaba sentada junto a un completo desconocido y me sonrojaba como una colegiala de 13 años. Este hombre me hacĂa sentir como una completa idiota. Su masculinidad era tan condenadamente sexy.
âLo siento, me saltĂ© el almuerzo hoy. Tuve un dĂa difĂcil y sin finâ. RespondĂ rĂĄpidamente a su mirada cuestionadora bajo una ceja levantada.
âNo necesitas disculparte. Entonces eso significa que aĂșn no has cenado esta noche, Âżverdad?â. AsentĂ. âEstaba a punto de tomar mi propia comida, pero estoy dispuesto, si estĂĄs de acuerdo, a compartir mi mesa. Podemos aprovechar la oportunidad para conocernos un poco mĂĄs.
Con algo de mi confianza de vuelta, aceptĂ© su sugerencia. âÂżPor quĂ© no? Ambos necesitamos comer.
âPerfecto. ÂżVamos?â. AsentĂ. Se levantĂł del reservado, abrochĂł su chaleco y extendiĂł su mano para que la tomara.
Mi telĂ©fono sonĂł una vez mĂĄs. MirĂ© rĂĄpidamente mi telĂ©fono y una vez mĂĄs, por cuarta vez esa noche, rechacĂ© la llamada. ÂżNo crees que para este momento Ă©l entenderĂa que no estoy dispuesta ni quiero hablar con Ă©l?
NotĂ©, mientras salĂamos del bar, que no habĂa pagado, pero no dije nada porque debĂa tener una cuenta abierta. Salimos juntos y vi a Mary darme una gran sonrisa y dos pulgares arriba. No pude evitar reĂrme y rodar los ojos. Lachlan me dio una mirada cuestionable y simplemente me encogĂ de hombros. Durante nuestro paseo hacia el restaurante, colocĂł su mano en mi espalda baja, guiĂĄndome suavemente hacia adelante. Cuando la anfitriona nos saludĂł, me acercĂł mĂĄs a Ă©l deslizando su mano sobre mi cintura. TratĂ© de ocultar el efecto que su toque tenĂa en mĂ. Un simple toque me daba escalofrĂos y estaba disfrutando las sensaciones que me provocaba.
Nos sentamos y nos entregaron los menĂșs.
âÂżTe gustarĂa un poco de vino con la comida, Samantha?â preguntĂł Lachlan.
âDepende de lo que vaya a comer, pero un St-Estephe serĂa perfectoâ. Dije mientras guardaba mi telĂ©fono en el bolsillo de mi chaleco.
Ăl sonriĂł y pidiĂł una botella.
âMientras esperamos nuestra botella, dime, Samantha, Âża quĂ© te dedicas que te ha hecho saltarte el almuerzo? ÂżTiene algo que ver con las numerosas llamadas que has rechazado durante la noche?
Me recosté y crucé las piernas, tratando de evitar el tema de mi persistente llamador.
âSoy cirujana cardio-torĂĄcica, especializada en pediatrĂaâ. TomĂ© un largo sorbo del vaso de agua frĂa que el camarero habĂa servido antes de irse con nuestro pedido. âTuve un dĂa largo, en realidad he tenido 11 meses largos. Esta noche es mi primera noche libre desde que volvĂ a esta ciudad y finalmente puedo respirar y disfrutar. Primera bebida real desde mi llegada.
âEsto es muy impresionante, bĂČidhchead (belleza). Sin embargo, no respondiste mi segunda pregunta. Solo puedo imaginar que es un tema sensible y muy privado.
âAmbos, y para ser honesta, prefiero no hablar de ello. En cuanto a mi carrera, no es nada que unos años de estudio no puedan lograr.
âModesta tambiĂ©nâ. SonreĂ ante sus palabras. âÂżY cĂłmo te gustarĂa disfrutar el resto de nuestra noche?
Mi teléfono sonó y lo rechacé después de asegurarme de que era el mismo llamador.
âLa verdad, me gustarĂa ir a bailar. No he tenido una buena noche de baile en años. ÂżTe animas?â. Lo mirĂ© a los ojos, que estaban ligeramente entornados.
Se inclinĂł mĂĄs cerca y en mi oĂdo dijo âEstoy dispuesto, y despuĂ©s, ÂżquĂ© te gustarĂa hacer?
âVeamos cĂłmo van las cosas por ahoraâ. Le di una pequeña sonrisa.
âComo desees, mo bĂČidhchead (mi belleza).
Con sus palabras, un fuerte escalofrĂo recorriĂł mi cuerpo y se asentĂł en mi nĂșcleo.
âÂżY tĂș, Lachlan, a quĂ© te dedicas?â. PresionĂ© mis piernas fuertemente.
Una sonrisa diabĂłlica apareciĂł en sus labios antes de responder.
âSoy un hombre de negocios.
âEso es amplio.
âMi trabajo es amplioâ. TomĂł un sorbo de su bebida. âMi familia posee un par de clubes, restaurantes e incluso algunos hoteles. Sin mencionar otros lugares. AquĂ en los Estados Unidos, Inglaterra y Escociaâ. AsĂ que de ahĂ viene ese acento. El ĂĄspero acento escocĂ©s, grrr. MirĂ© alrededor de la habitaciĂłn y Ă©l asintiĂł inclinĂĄndose hacia mĂ. âSĂ, poseemos este hotel, pero el personal no lo sabe. Como CEO, a menudo me gusta quedarme en uno de nuestros hoteles y ver cĂłmo estĂĄ el personal. CĂłmo reaccionan... ante ciertas situaciones.
Era mi turno de inclinarme en la conversaciĂłn.
âÂżEntonces estĂĄs espiando a tus empleados?
âDe alguna manera... sĂ.
