CapĂtulo 3.
POV de Tessa.
Estaba enojada y tenĂa todo el derecho del mundo a estarlo. Para ser absolutamente honesta, he estado enojada durante los Ășltimos diecisiete años de mi vida; tuve una madre de mierda, una escuela de mierdaâÂĄmaldita sea! Ni siquiera terminĂ© eso, amigos de mierda y una vida de mierda. Lo Ășnico que no era una mierda era mi padre y ÂżdĂłnde estĂĄ ahora? A dos metros bajo tierra.
El universo tiene su propia manera Ășnica de hacer que mi sangre hierva de ira, no me malinterpreten, sĂ© que mucha gente tiene vidas mĂĄs miserables que la mĂa, pero no conozco a esas personas y realmente no veo ninguna razĂłn para preocuparme por nadie mĂĄs que por mĂ misma en este momento. DespuĂ©s de todo, solo me he tenido a mĂ misma durante los Ășltimos meses mientras mi madre se acostaba con otro hombre en su lugar de trabajo; muy elegante.
âTessa, estĂĄs aquĂâ, no podĂa perderme la mirada de decepciĂłn grabada en su rostro, la mirada de decepciĂłn que cubriĂł rĂĄpidamente con la sonrisa mĂĄs falsa que habĂa visto, sabĂa que no iba a estar feliz con la idea de que me quedara aquĂ, pero yo tampoco lo estaba. Estaba extremadamente reacia a todo esto, pero el tribunal dijo que tenĂa que vivir con ella, de ahĂ la razĂłn por la que no tenĂamos elecciĂłn.
âSorpresa, sorpresaâ, murmurĂ© sarcĂĄsticamente y empujĂ© al hombre para entrar en la habitaciĂłn. Me dejĂ© caer en el sofĂĄ y puse mis piernas sobre la mesa de centro, queriendo provocarla a propĂłsito. Ella era una maniĂĄtica de la limpieza, probablemente sufrĂa de TOC, no es que me importara; de hecho, verla tener un ataque al corazĂłn serĂa una bendiciĂłn, tal vez morirĂaânunca se sabe.
âTessa, sabes que odio cuando pones los pies en la mesa, Âżsabes la cantidad de gĂ©rmenes que podrĂa haber ahĂ?â, estaba inquieta, como solĂa estar cuando hacĂa esto. Era bueno saber que algunas cosas nunca cambian.
âExactamente por eso lo hiceâ, me encogĂ de hombros y me levantĂ© del sofĂĄ, luego me volvĂ hacia el hombre al que mi madre habĂa dado un nombre de cariño, su mano en su cintura me recordĂł la forma en que mi padre solĂa sostenerla una vez y eso me hizo enfurecer, âNo pierdas tu tiempo con ella, te dejarĂĄ en cuanto tenga la oportunidad. Pareces un buen tipo y por eso te lo digoâ, me alejĂ© de ellos, sin tener idea de a dĂłnde iba, todo lo que sabĂa era que no podĂa ver a mi madre con otro hombre.
âLo siento, estĂĄ perturbadaâ, ÂżdĂłnde he oĂdo esas palabras antes? Ah, sĂ, cada vez que la avergonzaba cuando era niña, siempre decĂa que estaba perturbada como si hubiera algo mal conmigo mental y emocionalmente. La Ășltima vez que dijo esas palabras fue en un espectĂĄculo de talentos cuando estaba en sexto grado, hice un espectĂĄculo de magia y casi incendiĂ© la escuela; dijo que estaba perturbada a los otros padres y lo siguiente que supe fue que mis amigos empezaron a alejarse de mĂ. Sus palabras arruinaron mi vida.
âÂżQuieres ver perturbada? Me asegurarĂ© de darte problemasâ, le prometĂ y entrĂ© en una habitaciĂłn al azar. CerrĂ© la puerta y tirĂ© mi bolso al suelo, por suerte para mĂ, la habitaciĂłn parecĂa no pertenecer a nadie y aunque perteneciera a alguien, yo la reclamaba.
Algunas personas dicen que soy bipolar, hoy puedo ser cĂĄlida y mañana frĂa, pero no es verdad, todos tienen su lado bueno y malo, solo depende de lo que lo desencadene. Incluso el ser humano mĂĄs cruel tiene un lado bueno, puede estar vacĂo, pero aĂșn estĂĄ ahĂ. Me critican mucho por actuar como una perra a veces y ser demasiado amable otras veces, pero asĂ soy yo, ademĂĄs, lo Ășnico que puede sacar mi lado malo es mi madre. De alguna manera, incluso despuĂ©s de que se fue, todavĂa encontrĂł una manera de atormentarme.
Un golpe en la puerta me sacĂł de mis pensamientos internos.
âVete, Bethelâ, gruñĂ.
âNo seas insolente conmigo, jovencita, y no me llames por mi nombre, soy tu madreâ, me regañó desde el otro lado de la puerta.
Solté una carcajada, lo suficientemente fuerte para que la escuchara.
âÂżAsĂ que ahora eres mi madre? Lo siento, Bethel, pero perdiste ese derecho hace mucho tiempo.
âMira, Tessa, realmente no me importa, no puedo estar discutiendo contigo. Solo no intentes lo que hiciste hoy otra vezâ, levantĂ© una ceja y marchĂ© hacia la puerta.
âÂżMe estĂĄs amenazando, perra?â, abrĂ la puerta para ver su maldita cara fruncida en una mueca de enojo.
âAtrĂ©vete a intentarlo de nuevo y veremosâ, dijo y se alejĂł. ÂĄMaldita sea! Mi mano picaba tanto por lanzarle algo pesado o afilado, lo que fuera que pudiera matarla al instante. O tal vez podrĂa abofetearla hasta dejarla en coma, ÂĄmaldita sea!
TirĂ© mi maleta sobre la cama y rebusquĂ© en ella, buscando un suĂ©ter, tal vez, solo tal vez, podrĂa envolver esta cosa alrededor de su cuello por detrĂĄs y estrangularla hasta la muerte, cortarle el suministro de aire y hacer que pareciera un suicidio. Se cansĂł de su vida de mierda y decidiĂł terminarla de la manera mĂĄs cobarde posible; suicidio por ahorcamiento.
Me puse el suéter y salà por la puerta.
âÂżA dĂłnde demonios vas?â, ella estaba sentada en el sofĂĄ con una taza de cafĂ© en las manos.
âÂżQuĂ© tal si te ocupas de tus propios malditos asuntos cuando se trata de mĂ?â, antes de que pudiera responder, ya estaba fuera de la puerta y la cerrĂ© de un portazo. Si todas mis charlas sobre la muerte no han hecho que nadie lo note aĂșn, dirĂ© con gusto que odio a mi madre con todo mi corazĂłn y aliento, y es toda su culpa. DeberĂa ganar el premio a la peor madre del mundo, de hecho, tendrĂa una vitrina llena de trofeos a estas alturas si fuera posible.
Otra cosa que siempre parece molestarme es el hecho de que mi papĂĄ dijo innumerables veces que no se arrepentĂa de haberse casado con mi madre, siempre decĂa que ella estaba en su vida para enseñarle una lecciĂłn valiosa y tambiĂ©n, que si no se hubiera casado con ella, nunca me habrĂa tenido a mĂ. Para mĂ, eso es una completa tonterĂa; la parte de la lecciĂłn valiosa, eso es.
Me dirigĂ a uno de los bancos en el amplio jardĂn y me sentĂ© con mi telĂ©fono en la mano. Lo desbloqueĂ© y lo primero que vi fue una foto de Kevin OCâquiero decir, Kevinây yo. Al desplazarme por las otras fotos, me reĂ al ver una de ellas, Ă©l se veĂa muy tonto con la lengua fuera y los ojos cerrados. Kevin ha sido mi crush famoso durante años, fue una bendiciĂłn finalmente conocerlo, y a su hermano; no me hagas empezar con Alex, ese tipo da una gran vibra de 'jugador' pero es extrañamente dulce, ni siquiera podĂa contener mis risitas a su alrededor.
En realidad, podrĂa verme con un chico como Alex OâConnell; dulce, guapo, encantador, extremadamente atractivo, etc. Honestamente, era perfecto para mĂ y probablemente para todas las otras chicas por ahĂ.
