Capítulo 128

Entré en la sala de masajes que Richard había preparado, y de inmediato me impactó la atmósfera tranquila. Una mesa de masaje profesional dominaba el centro, cubierta con toallas blancas y suaves.

El aire estaba impregnado de aceites aromáticos—lavanda, manzanilla y algo terroso que no pude identif...

Login and Continue Reading