CAPÍTULO 5

MARCUS POV.

No quería dejar a mi compañera y estaba a punto de decirle a quien fuera que estaba en la puerta que se largara. Me subí los pantalones justo cuando llegué a la puerta y la abrí de un tirón con un gruñido agitado, solo para tragarme el gruñido rápidamente y saludar al hombre que estaba frente a mi puerta.

—¡Padre! —dije, y mi padre se quedó con las manos en los bolsillos de sus pantalones de vestir y levantó una ceja.

—¿Estoy interrumpiendo algo, Marcus? —preguntó mi padre y deliberadamente olfateó el aire, y supe que estaba oliendo el aroma del sexo y le sonreí con suficiencia.

—De hecho, sí, estás interrumpiendo —hablé, pero no había falta de respeto en mi voz y mi padre me devolvió la sonrisa con buen humor.

—Bueno, si no hubieras bloqueado tu enlace mental, habrías sabido que te estaba buscando —dijo y su sonrisa se desvaneció ligeramente. De repente parecía cansado. Sentí un nudo en el estómago y supe por qué estaba en mi puerta.

—¿Qué ha hecho esa perra ahora? —pregunté refiriéndome a Kate, la hija del hermano de mi padre. La que quería el título de alfa del clan Luna Azul. Mi padre suspiró de nuevo. Me hice a un lado para dejarlo entrar, cerré la puerta detrás de nosotros y observé cómo mi padre se sentaba en la silla más cercana.

—Kate está exigiendo una reunión —dijo mi padre y levanté ambas cejas sorprendido.

—¿Quién demonios se cree que es para exigir una reunión? —pregunté enojado y mi padre frunció los labios—. ¡Ella no es la alfa! —dije mientras me sentaba frente a él. Mi padre me miró con tristeza antes de hablar.

—Puede que pronto lo sea —dijo y me levanté de un salto, furioso.

—¡De ninguna manera lo será! —dije enojado y un gruñido escapó de mi garganta—. Solo porque encontró a su compañero antes que yo, no significa que será alfa. Tu reinado sobre este clan aún no ha terminado —dije y él me miró con esperanza.

—No, no lo está —dijo y suspiró mientras me miraba detenidamente. Conocía esa mirada. Era una de esas miradas que me decían que iba a pedirme algo que no me iba a gustar.

—¿Qué es? —pregunté mientras entrecerraba los ojos con sospecha.

—Voy a necesitar que elijas una compañera —dijo mi padre y me miró con pesar por tener que pedirme esto. Abrí la boca para hablar cuando levantó una mano para detenerme—. Sé lo que vas a decir, y no te lo pediría si no fuera el último recurso, pero... —Mi padre de repente se detuvo después de interrumpirme porque estallé en carcajadas. Mi padre alfa me miró como si hubiera perdido la cabeza y sus ojos recorrieron la habitación como si buscara la causa de mi risa o ayuda.

—¿Te parece graciosa esta situación, muchacho? —preguntó mi padre molesto, y mi risa se calmó y negué con la cabeza.

—No —dije, y me senté frente a mi padre y apoyé los codos en las rodillas y lo miré con una sonrisa de suficiencia a la que él levantó una ceja inquisitiva—. No, esto no es motivo de risa, pero lo que va a ser gracioso es la cara que pondrá Kate cuando le cuente sobre mi propia compañera. No quiero apresurar una reunión con mi familia demasiado pronto —dije y pude ver las orejas de mi padre levantarse incluso en su forma humana. Su rostro no mostró nada antes de romper en una amplia sonrisa y mi padre saltó de su asiento y miró alrededor de nuevo, esperando verla de pie en la habitación de repente.

—¿Por qué demonios no dijiste algo antes? —exclamó mi padre mientras extendía la mano para felicitarme y me levantó para envolverme en un abrazo paternal feliz.

—¿Dónde está ella? —preguntó mi padre esperanzado mientras miraba hacia el pasillo que conduce a los dormitorios y olfateaba rápidamente de nuevo.

—Está en el dormitorio —dije y miré rápidamente alrededor y escuché si podía oírla. Escuché débilmente el ruido de la ropa y pensé decepcionado que debía estar vistiéndose.

—¿Bueno? ¿No vas a presentarme a mi nuera? —preguntó mi padre y tuve que detenerlo con una mano en su brazo. En la comunidad de hombres lobo, no teníamos problema con la desnudez o con entrar ocasionalmente mientras otros tenían sexo, pero mi compañera no era una de nosotros.

—Eh. Hay algo que tengo que decirte primero —dije y las cejas de mi padre se alzaron hasta su línea de cabello.

—¿Qué es? —preguntó y le indiqué que se sentara.

—Primero que nada. Su nombre es Abigail Charter o Abby para abreviar —dije una vez que mi padre se sentó, y yo también tomé asiento frente a él—. Y... es humana —dije y observé a mi padre para ver su reacción. Parpadeó antes de tomar una profunda respiración por la nariz y soltarla de la misma manera. Una suave sonrisa se formó en sus labios, y sentí que mis hombros se relajaban ligeramente.

—¿Por eso no quieres presentarla a Kate y a los demás todavía? —preguntó mi padre, pero era más una afirmación. Asentí y me quedé pensando por un momento antes de que él hablara de nuevo.

—Tienes razón, pero no creo que tengamos mucha elección en el asunto —dijo mi padre y me miró con tristeza.

—¿Qué quieres decir? Si ella quiere convocar una reunión, que lo haga... eso no significa que tengamos que cumplir con lo que ordene —dije y empezaba a enojarme por la audacia de Kate.

—No es solo ella, Marcus. Su padre la está respaldando y él es mi hermano. Puede que no tenga el título de alfa, pero es un Alfa Moonlock, un lobo azul y también es respetado por el clan, así que, desafortunadamente, tenemos que cumplir —dijo mi padre y apreté los dientes con rabia.

—¡ESO ES UNA MIERDA! —dije en voz alta y me levanté—. ¿Cuándo ha sido respetado? ¡Ha estado tramando y engañando en todo, incluyendo prostituir a su propia compañera e hija para ganar favores! —dije y mi padre me hizo callar antes de que sus ojos se dirigieran al pasillo y se iluminaran con una sonrisa genuina mientras se levantaba rápidamente.

Me di la vuelta para ver a una preocupada, tímida y avergonzada Abby de pie en la entrada de la sala. Sus mejillas estaban sonrojadas y podía ver que se sentía fuera de lugar. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho al verla allí. Era hermosa... incluso más que anoche con ese vestido azul. Sabía por la forma en que estaba parada con las piernas juntas que no llevaba ropa interior y sabía que era porque se las había arrancado anoche y me sentía algo decepcionado al ver el contorno de su sostén que mantenía sus pechos firmemente en su lugar. Había domado su largo cabello negro, pero aún estaba un poco despeinado, lo que la hacía lucir aún más apetecible y también me complacía ver que, incluso sin maquillaje, era una belleza natural, y la marca en su cuello contra su delicada piel realzaba sus ojos verdes. Mi mordida ya había sanado un poco en su piel y ahora solo parecía un gran chupetón.

—L-Lo siento —tartamudeó y miró tímidamente entre nosotros—. Escuché voces elevadas. Pensé... bueno, no estoy segura de lo que estaba pensando. Solo voy a irme —dijo y comenzó a dirigirse hacia la puerta de la cabaña.

—Por favor, no te disculpes, querida —dijo de repente mi padre—. ¿Marcus? ¿No vas a presentarme a tu encantadora compañera? —habló mi padre con firmeza, mirándome con conocimiento y mi cerebro comenzó a funcionar de nuevo.

—Sí, sí, por supuesto —dije y le di a Abby una sonrisa tranquilizadora mientras me acercaba a ella y extendía la mano para tomar la suya. Ella me miró con incertidumbre antes de que llevara su mano a mis labios y besara la parte superior de su mano, bajándola pero manteniendo su mano en la mía.

—Abby —dije y me encantó la forma en que su nombre salió de mi boca y sonreí cuando vi que su pulso se aceleraba al decir su nombre—. Este es mi padre, Marius Moonlock.